MECANISMOS DE DEFENSA EN FREUD
MECANISMOS DE DEFENSA EN FREUD
El término "mecanismo de defensa" es
entendido a menudo refiriéndose a un término característico de rasgos de
personalidad que surgen debido a la pérdida o experiencias traumáticas, pero
con mayor precisión se refiere a diferentes tipos de reacciones que se
identificaron durante y después de la época de Anna Freud, hija del padre del
psicoanálisis.
Mecanismo
de defensa
En la teoría psicoanalítica freudiana, los
mecanismos de defensa son estrategias psicológicas inconscientes puestas en
juego por diversas entidades para hacer frente a la realidad y mantener la
autoimagen. Las personas sanas normalmente utilizan diferentes defensas a lo
largo de la vida. Un mecanismo de defensa del yo deviene patológico solo cuando
su uso persistente conduce a un comportamiento inadaptado tal que la salud
física y/o mental del individuo se ve afectada desfavorablemente. El propósito
de los mecanismos de defensa del yo es proteger la mente/sí mismo/yo de la
ansiedad o sanciones sociales y/o para proporcionar un refugio frente a una
situación a la que uno no puede hacer frente por el momento.
Los mecanismos de defensa son referidos con mayor
exactitud como mecanismos de defensa del yo, y así pueden ser categorizados
aconteciendo cuando los impulsos del ello están en conflicto unos con otros,
cuando los impulsos del ello entran en conflicto con los valores y creencias
del superyó, y cuando una amenaza externa es planteada al yo.
Descripción
breve de algunos mecanismos de defensa
Los métodos más usados por las personas
habitualmente para vencer, evitar, circundar, escapar, o ignorar las
frustraciones y amenazas incluyen los siguientes:
Disociación:
se refiere al mecanismo mediante el cual el inconsciente nos hace olvidar
enérgicamente eventos o pensamientos que serían dolorosos si se les permitiese
acceder a nuestro pensamiento (consciente). Ejemplo: olvidarnos del cumpleaños
de antiguas parejas, fechas, etc.
Proyección:
es el mecanismo por el cual sentimientos o ideas dolorosas son proyectados
hacia otras personas o cosas cercanas pero que el individuo siente ajenas y que
no tienen nada que ver con él.
Negación:
se denomina así al fenómeno mediante el cual el individuo trata factores obvios
de la realidad como si no existieran. Ejemplo: cuando una persona pierde a un
familiar muy querido, como por ejemplo su madre, y se niega a aceptar que ella
ya ha muerto y se convence a sí mismo de que sólo está de viaje u otra excusa.
Introyección
(lo opuesto a proyección): es la incorporación subjetiva por
parte de una persona de rasgos que son característicos de otra. Ejemplo: una
persona deprimida quizá incorpora las actitudes y las simpatías de otra persona
y así, si esa otra persona tiene antipatía hacía alguien determinado, el
deprimido sentirá también antipatía hacia esa persona determinada.
Regresión:
es el retorno a un funcionamiento mental de nivel anterior ("más
infantil"). Ejemplo: los niños pueden retraerse a un nivel más infantil
cuando nacen sus hermanos y mostrar un comportamiento inmaduro como chuparse el
pulgar o mojar la cama.
Formación
reactiva o reacción formada: sirve para prevenir
que un pensamiento doloroso o controvertido emerja. El pensamiento es
sustituido inmediatamente por uno agradable. Ejemplo: una persona que no puede
reconocer ante sí mismo que otra persona le produce antipatía, nunca le muestra
señales de hostilidad y siempre le muestra una cara amable.
Aislamiento:
es la separación del recuerdo y los sentimientos (afecto, odio). Ejemplo: un
gran amor es asesinado en un incidente. Su pareja narra los detalles con una
falta completa de emoción.
Desplazamiento:
es la condición en la cual no solo el sentimiento conectado a una persona o
hecho en particular es separado, sino que además ese sentimiento se une a otra
persona o hecho. Ejemplo: el obrero de la fábrica tiene problemas con su
supervisor pero no puede desahogarlos en el tiempo. Entonces, al volver a casa
y sin razón aparente, discute con su mujer.
Racionalización:
es la sustitución de una razón inaceptable pero real, por otra aceptable.
Ejemplo: un estudiante no afronta que no desea estudiar para el examen. Así
decide que uno debe relajarse para los exámenes, lo cual justifica que se vaya
al cine a ver una película cuando debería estar estudiando.
Cuando las técnicas de ajuste del comportamiento no
bastan para equilibrar la realidad, el resultado puede llegar a lo siguiente:
Estrés y respuestas neuróticas como ansiedad o
depresión, acompañadas frecuentemente por disfunciones biológicas, como las del
apetito o el sueño o fisiológicas, como las llamadas enfermedades
psicosomáticas, por ejemplo, úlceras gástricas o dolores nerviosos.
Conductas des adaptativas más graves, como el
suicidio y los trastornos delirantes. Serían recursos defensivos más propios de
trastornos de personalidad y de la Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos,
no constituyendo empero ningún impedimento como para que cualquier persona
recurra a ellos si las defensas de tipo neurótico son insuficientes y el
estímulo desborda en intensidad las capacidades defensivas del individuo.
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